¡Y finalmente llegó! El pasado 10 de agosto el festival húngaro Sziget abrió sus puertas al mundo y The Festival Mood no podía faltar. Como cada año, la entrada al festival es por el puente que cruza el Río Danubio. Ha sido muy comentando por todos los asistentes que este año la “bienvenida” al evento más esperado del año no ha estado a la altura que el resto de años. En los años anteriores, sobre el puente podrías encontrar el logo gigante del festival y unas pancartas gigantes que te daban la sensación de entrar en un mundo nuevo. Este año en cambio, no había nada de eso, puesto que según los organizadores “por cuestiones de seguridad era recomendable no colocar nada en un puente tan antiguo”. Así pues, este año antes de pasar el puente nos encontrábamos algo de decoración a la derecha.
Foto: Sziget Festival
Eso sí, nada más pasa el puente, nos encontramos con muchísimos posters de muchísimas banderas de países, que nos daban una calurosa bienvenida en sus idiomas correspondientes (tenemos que decir que aquí nos sacamos alguna que otra foto y vídeo). Ahora era el momento que ponerse las pulseras/entradas correspondientes. Todo ese tiempo fue una mezcla entre colas kilométricas, personas de la organización que no sabían nada y un calor típico de un 10 de agosto en Budapest (spoiler: mucho calor)
Pasamos todos los controles de seguridad, nos pusieron la pulsera y nos dieron el famoso pasaporte para ser un verdadero Sziudadano/a. Este año decidimos ir por todo lo alto y alquilamos una WoodenHut en el Camping Superstar. Este camping que supuestamente iba a tener piscina, así que el calor insufrible de agosto lo pasaríamos en una piscinita, ¡PERO NO! Para nuestra sorpresa, unos días antes de entrar en el festival pusieron en la web del festival que “debido a problemas técnicos, la piscina no estará disponible”. Es decir, lo único que hacía especial a esa zona de camping diferente al resto (y no solo por el precio) era la piscina. Esto es lo que nos encontramos al llegar:
¿La alternativa que dieron? Fiestas de burbujas…
Al llegar a nuestra WoodenHut ya vimos que faltaban ciertos accesorios que nos vendieron con la caseta como las sábanas y el perchero. ¿Cómo estaba siendo ya experiencia del camping nada más llegar? Pues la verdad que no muy buena. Cabe decir que a nuestro alrededor tampoco existían contenedores de basura, así que la gente tiraba las cosas que no necesitaban fuera de su cabaña. Tampoco encontramos iluminación exterior como en otras zonas del camping Superstar.
Y es que ahí no acaba la cosa, la hierba seca y el polvo que se levantaba cada vez que una persona pasaba o cada vez que te movías era horrible. Nuestras cabañas contaban con una litera, pero a causa del polvo la cama de debajo de hacía inutilizable. Sin contar que las mismas cabañas eran distintas entre sí.
El mismo día que llegamos al festival, dimos el pistoletazo de salida con el concierto a Remi Wolf a las 4 de la tarde en el Main Stage dedicated to Dan. Sin duda alguna no había mejor manera de comenzar los seis días en La Isla de la Libertad que con la actuación de la cantautora californiana. Su energía nos hizo cantar a pleno pulmón desde su primera canción Liquor Store. Sus temazos Sexy Villain y la cover de Crazy hizo que el público disfrutara al máximo hasta llegar a su última canción Photo ID.
Y justo seguido fuimos al Freedome, el escenario más cercano, para disfrutar de la actuación de Noga Erez. La artista israelita mezcla música eletro-pop, EDM y trip-hop dándonos temazos como You So Done, End of the Road, Views, Dance While You Shoot y terminó el concierto por todo lo alto con NO News on TV.
Foto: Noga Erez – Sziget Festival
Milky Chance sabe cómo hacer que toda la gente cante y baile a la vez todos y cada uno de sus temas. La banda alemana formada por Clemens Rehbein y Philipp Dausch consiguieron que todos aquellos que estaba en el Main Stage desease que su concierto nunca terminase. La energía y la alegría durante su concierto se palpó en el ambiente mientras tocaban sus hits como Cocoon, Down by the River, Synchronize y Stolen Dance.
Tras el concierto de la banda de rock alemana, nos quedamos en el Main Stage puesto que se celebraba el Fan Party with Disney+ y repartían unos abanicos (creednos, muy necesarios para el calor asfixiante de agosto). Durante el primer día pudimos observar que los precios de los puestos de comida eran elevados. Sí, para una noche estaba bien, pero tenemos que tener en cuenta que miles de personas se quedaban las 24 horas del día en la isla de Obuda durante los seis días que dura el festival.
Rüfüs Du Sol sin duda alguna dominó el escenario principal durante su actuación. El trío procedente de Sydney nos mostró la perfecta combinación de instrumentos en vivo con ritmos electrónicos, dance y house. Los visuales y su propia música te hacían entrar en su propio mundo con canciones como You were Right, On My Knees, Underwater, Innerbloom, Next to Me y No Place. Su música nos hizo bailar en cuestión de segundos.
Llegó la hora, llegó Dua Lipa. La primera cabeza de cartel del festival húngaro fue la razón del primer Sold Out de día del festival. Y se notaba, porque no entraba ni una persona más en el campo del Main Stage. Un espectáculo único, lleno de vitalidad, ritmo y mucho color. El show nos hizo bailar y cantar al unísono hits como Love Again, Break My Heart, One Kiss, Levitating y Don’t Start Now. La cantante británica sabe cómo dar un verdadero espectáculo por todo lo alto.
El segundo día de festival estuvo lleno de música, actuaciones callejeras, teatro y mucho, pero mucho polvo. Tanto que ya durante el segundo día era necesario llevar tu propia mascarilla (al menos hemos tenido dos años de práctica) o cualquier complemento para cubrir la nariz y la boca.
Alice Merton salió al escenario a darlo todo y así fue. Con su mezcla de rock alternativo e indie pop generó un aura que nos cautivó a todos que estábamos allí. La cantante comenzó su actuación pisando fuerte con Learn to Live y en su canción Vertigo bajó del escenario para cantar con todos sus fans. La energía y la alegría de la cantante se contagió durante todo el concierto y todos cantamos su hit viral No Roots y también Why so Serios.
Durante los días previos y durante el festival, varios artistas se cayeron del cartel, como fue el caso de Giant Rooks o Lauren Sanderson (que fue reemplazada por GIRLI) o Sam Fender que también suspendió su actuación el mismo día del concierto (15 de agosto) por laringuitis.
La banda británica de rock alternativo-indie, Bastille contagió a todo el público con su energía contagiosa con sus hits como Flaw’s, Pompeii y Bombay. La mezcla de sus temas antiguos y nuevos permitió que el ambiente se mantuviese elevado. El carisma del cantante de la banda consiguió que el público se lo pasase en grande. Happier fue como un himno del momento y durante su canción Shut Off The Lights invitaron a Alice Merton al escenario.
Kings of Leon fueron el segundo cabeza de cartel de Sziget. La banda de Nashville tras 20 años a sus espaldas dio un gran espectáculo sonando tan bien como siempre. La voz hipnotizante de Caleb Followil nos guío por todo el concierto. Las canciones antiguas como las nuevas fueron vitoreadas por todos los fans desde Supersoaker, Radioactive, Closer, Milk, Fans, Use Somebody hasta Sex on Fire. Cabe decir que en lo que respecta al concierto fue increíble, pero no hubo ninguna interacción por parte de la banda con los fans. Lo único que mencionó Followill fue la cantidad de polvo que se podía ver desde el escenario y ya.
Foto: Kings of Leon – Sziget Festival
Tras el concierto de Kings of Leon aprovechamos el tiempo para cenar en uno de los puestos que dispone el festival, comida griega, húngara, vegana, pizzas, hamburguesas y un gran etc. Y con la mascarilla puesta, nos fuimos al TicketSwap Party Arena para disfrutar del espectáculo de Apashe. El show del artista canadiense fue una mezcla entre dubstep, neurofunk, electrónica y música clásica junto a los visuales, hicieron que todas las personas presentes disfrutasen al máximo con Lacrimosa, Uebok Gotta Run entre otras y para terminar por todo lo alto con su show, pinchó Majesty que hizo enloquecer a todos.
Foto: Apashe – Sziget Festival
El tercer día de festival aprovechamos para disfrutar del Circo Du Sziget. Acudimos al circo de las dos de la tarde la cual contaba con dos funciones, la primera función a manos de Palestinian Circus School duró unos 25´. My Share, como se llama su actuación, nos enseñaron varias escenas entorno a las relaciones familiares, incluyendo cuestiones de herencia y discriminación de género, y los conflictos que surgen de estas situaciones entre los miembros. El mensaje quedó claro desde el principio, pero la actuación necesitaba un poco de ritmo para poder tener al público más atrapado con su obra.
La segunda función fue a manos de Biak Circustheatrum, con la misma duración que la anterior. Su actuación fue un cruce de diferentes artes con el teatro, circo, música y la danza combinados en una producción única que cuenta una historia mágica de dos amantes. Sin duda alguna, todos los actos supieron estar equilibrados con los diferentes estilos de arte creando una mezcla visual y sonora perfecta.
Foto: Cirque Du Sziget – Sziget Festival
Durante el día mientras paseábamos por la isla para conseguir los sellos para el pasaporte, pudimos ver la prueba de sonido de Stromae. Y si lo que escuchamos ya sonaba increíble, lo que nos esperaba dentro de unas horas iba a ser superior. Y así fue, el artista belga solo contaba con una hora, pero con eso tuvo suficiente para hacer que todas las personas que se encontraban en La Isla de la Libertad cantasen (o al menos intentarlo) en francés las canciones de Stromae. Invaincu dio el pistolezado de salida al show, y lo siguieron éxitos como Mon Amour, Papaoutai, Formidable, Santé y terminó con Alors on Danse. La actuación de Stromae fue sin duda una de las mejores actuaciones de todo el festival.
El concierto de Justin Bieber se adelantó ¿la razón? Pues según Daily News Hungary el artista tenía un poco de prisa porque celebraba una post-party en el castillo Tura. Sin duda el cantante canadiense fue la razón del segundo Sold Out de día del festival. El público enloqueció nada más salir el artista al escenario y los gritos aumentaron cuando comenzó su espectáculo con Somebody. Bieber cantó, bailó e improvisó una parte con el piano. El público enloqueció con los éxitos como What do you mean, Yummy, Boyfriend, Baby y Peaches.
Foto: Justin Bieber – Sziget Festival
Woodkid sí que sabe cómo comenzar un buen show y lo hizo con su Intro y Iron. El artista francés combinó un directo asombroso con unos visuales sorprendentes y gracias a ello hizo que todos los que estábamos en el escenario Freedome vibrásemos al unísono con canciones como I Love You, The Golden Age, Goliath y terminando con Run Boy Run, que se alargó más porque todos los presentes seguían cantando la canción (al principio sin la música). Un momento épico para dar por finalizado el concierto de Woodkid.
Hasta aquí la primera parte de la crónica de Sziget 2022. Síguenos en redes sociales para saber cuándo subiremos la segunda parte: