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DÍA 2: JUEVES 8
Después de una primera jornada llena de grupazos y una noche de descanso de por medio, volvíamos al recinto del Brutal Assault a tratar de sobrevivir al segundo día de festi que también llegaba intenso. En este ‘día 2’, el cartel incluía de nuevo todo tipo de géneros: death metal, hardcore, grindcore, post-rock, etc., por lo que teníamos una enorme gama de opciones entre las que elegir.
La apertura fue arrasadora: para las diez y media de la mañana, Necrot estaban ya reventando el Marshall Stage con su death metal directo y devastador. Desde los primeros acordes, dejaron claro que la intensidad no iba a bajar en ningún momento del show. Sin darnos tiempo casi ni a respirar, esta intensidad en la apertura continuó con Guilt Trip, que llevaron su hardcore a otro nivel en un bolo lleno de breakdowns y mosh pits ‘tempraneros’ que ya empezaban a calentar a todos aquellos que habían llegado al Brutal desde bien prontito. Guilt Trip pronto visitarán nuestro país así que chequead vuestras agendas para no perdéroslos (¡os iremos informando sobre estos conciertos!).
Bodysnatcher siguió en la misma línea de brutalidad, dando paso a unos esperadísimos Obscura. Los alemanes, que han aprovechado el verano para dar algunos conciertos antes de entrar en el estudio a grabar nuevo álbum en otoño, sufrieron problemas técnicos por los que se vieron forzados a cancelar su set. Una pena porque era una actuación que prometía y solo pudieron completar un par de temas. A las 13:40h, Escuela Grind se subían al Sea Sheperd Stage con su particular mezcla de grindcore y hardcore, ofreciendo una descarga de energía súper caótica. Y tras ellos, comenzarían a llegar los platos fuertes del día.
Foto: Havok
Se nos producía un solape entre el Marshall Stage y el Obscure: Havok y Oceans Ate Alaska tocaban respectivamente en ambos escenarios. El hardcore progresivo que estos últimos interpretan, nos encanta, sin embargo, al no poder dividirnos, nos decantamos por el thrash metal de Havok, banda que teníamos muchas ganas de volver a ver. No faltaron temazos de la talla de “From the Cradle to the Grave” o la brutalísima “Hang ‘Em High” para cerrar con uno de sus singles más conocidos y que da nombre al disco homónimo “Time Is Up”. En nuestra opinión, uno de los mejores shows de todo el Brutal Assault.
Foto: Whitechapel
A medida que avanzaba la tarde, las actuaciones continuaban y Whitechapel se subían al Sea Shepard para tratar de dar un buen show. Aunque quizás algo estáticos, la banda de Tennessee no decepcionó, con su característico sonido pesado y agresivo, creando una atmósfera considerablemente oscura entre los asistentes. Sonaron bien y desprendieron calidad. Mientras tanto, en el Obscure, bandas como Dopethrone, God Is An Astronaut y Born of Osiris se irían dando el relevo para dar forma al día, alternando brutalidad y calma para descansar un poco después de tanta intensidad. Y eso que no llevábamos ni medio día.
Foto: Madball
Para las seis menos cuarto, Madball estaban ya dando saltos por todo el Marshall Stage, en un concierto arrollador que fue un continuo derroche de energía y un despliegue del más potente hardcore neoyorquino. Lo que comenzó como un proyecto paralelo de Agnostic Front ha evolucionado hasta convertirse en una banda consolidada, consiguiendo en este Brutal Assault de 2024 ofrecer una actuación cargada de adrenalina, en gran parte gracias a la voz de Freddy Cricien, hermano menor de Roger Miret. Una barbaridad.
Foto: Forbidden
Los siguientes en llegar serían Forbidden. Su regreso a los escenarios era uno de los momentos más esperados de la jornada, despertando la nostalgia entre sus fans. La banda californiana demostró que en estos años no ha perdido ni un solo ápice de su energía y técnica, ofreciendo un setlist lleno de clásicos que recordaron a todos por qué son una de las formaciones más consolidadas dentro del thrash metal. Un show entretenido y que transmitió mucho.
Foto: The Amity Affliction
Avanzaban las horas y se acercaba el momento de The Amity Affliction, banda australiana con un estilo muy diferente al de Forbidden o Madball. Desde Gympie, Australia, llegaba un Joel Birch que no pararía durante toda la actuación: fogonazos, humo, y unas carreras tremendas por todo el escenario harían que el concierto pasase volando. Parece mentira que esta banda lleve más de dos décadas sobre los escenarios ya que no pasan los años por ellos.
Después de ellos, Carcass aterrizaban en el escenario de al lado, el Sea Shepard. En la hora larga que tenían sobre el stage, hicieron un repaso completo a prácticamente toda su discografía, alternando temas más ‘viejecitos’ con otros más recientes y dando mayor relevancia a “Heartwork” del año 93 y el que, de momento, sigue siendo su último trabajo de estudio, “Torn Arteries”, de hace apenas tres años. Un sonido muy bueno y mucha calidad, así son Carcass.
Foto: Testament
Eran las diez de la noche y llegaba la hora de Testament, que aterrizaban dispuestos a arrasar Jaromer. Con la fuerza arrolladora que desprende siempre Chuck Billy, es otra de esas bandas que nunca falla. El vozarrón de Chuck, el carisma de Alex Skolnick y el buen hacer del resto de miembros de la banda de Berkeley, unido a que se dejaron se dejaron la piel sobre el escenario a cada minuto, les permitieron convertirse en uno de los conciertazos del día. Abriendo con “Eerie Inhabitants”, repasaron sus más de cuarenta años sobre los escenarios y pusieron el broche final a la velada con tres auténticos bombazos “Disciples of the Watch”, “Over the Wall” e “Into the Pit”. Siempre espectaculares.
Tocaba despedirnos de la mano de los oscuros Vomitory, no sin antes haber pasado un rato por Soil, Satyricon o Baroness. Estas últimas bandas, a pesar de tocar a una horas un tanto tardías, se trabajaron su espectáculo y puesta en escena. El problema es que el cansancio comenzaba a notarse y los asistentes necesitaban descansar. Y así lo hicimos nosotros también, para coger con fuerza el tercer día, que prometía emociones fuertes.
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