SÁBADO 29
Bueno pues no sabemos muy bien qué ha pasado pero lo cierto es que hemos llegado al sábado, último día de Resurrection Fest y tenemos dos reflexiones: la primera que aún no sabemos cómo seguimos con vida después de tanta tralla en el cuerpo y segunda, cómo es posible que hayan pasado tres días completos con tantísima rapidez. Como no somos capaces de encontrar la respuesta a ninguna de estas dos cuestiones, no íbamos a pensar mucho y nos íbamos a dedicar a disfrutar de la jornada final por todo lo alto.
El cartel del sábado era también considerablemente potente. Dependiendo de los gustos de cada uno, era un día flojo o era el mejor de los cuatro días. Gran parte de los asistentes habían acudido al Resu en 2024 con el aliciente principal de ver a Avenged Sevenfold, con lo cual este era su día favorito. Otros, a Sum 41, así que el sábado quizás se lo tomaban más de relax. Sea como fuese, había salido un día soleado en Viveiro y con las energías cargadas –un poco a medias– nos metíamos en el recinto para darlo todo una vez más.
Desde la apertura, a eso de la una y media, Balmog, Her Anxiety, los clásicos Bolu2 Death, que los hemos podido ver infinidad de veces en este festival o Lovebites, habían estado calentando motores para dar paso a las primeras horas de la tarde. A las tres y media pasadas, bajo una campa a rebosar, los polémicos Slaughter To Prevail, aterrizaban sobre el Main Stage con sus características máscaras. Alex Terrible, con la suya destacando sobre las demás debido al color dorado de la misma, llegaba a pecho descubierto y dispuesto a dejarse la piel y lo que hiciese falta para dar un espectaculazo. Y lo cierto es que siempre lo logra, bien sea por montar un circle pit de enormes dimensiones o solamente por su potentísima voz, pero los bolos de Slaughter To Prevail son una barbaridad.
Seguidos llegaban otra de esas formaciones que no se quedan cortas ni en la voz ni en lo brutal que suenan: Shadow of Intent. Banda que lleva pegando muy fuerte ya varios años y que nos deja anonadados cada vez que escuchamos cómo canta Ben Duerr. Llenaron un Ritual Stage en el que pegaba el solazo pero eso no importó mucho. El concierto se hizo corto y estos estadounidenses lo bordaron tema tras tema, sin dejar de lado a un Chris Wiseman que toma un protagonismo especial por su destreza con las cuerdas.
Tras sendas dosis de potencia y brutalidad, tocaba bajar revoluciones y tirar de cositas más festivaleras que, al parecer, es lo que apetecía a la gente: veíamos a muchísimos asistentes con camisas hawaianas, disfraces varios y pelucas complementadas con gafas de son inmensas. Y esto era un vaticinio de lo que estaba por llegar ya que Babymetal y Electric Callboy llegaban al Main Stage seguidos. La tarde iba a pertenecer a estas dos bandas que, sí, aceptamos que hacen metal pero con altas dosis de otros estilos más comerciales. Como muchos sabréis, recientemente ambos grupos han realizado una colaboración “Ratatata” que, por supuesto, tocaron en directo juntos y fue el apocalipsis en Viveiro. Hubo un ambientazo descomunal y todos los allí presentes se lo pasaron en grande. No les podemos discutir que animan hasta al más soso. Buena tarde de sábado.
Mientras Babymetal y Electric Callboy se habían adueñado del festival, en los escenarios secundarios, formaciones como Dream State, Knosis, Proudz, El Reno Renardo o Green Lung continuaban con sus shows ofreciendo una buena alternativa para aquellos que no tenían ganas de una electrofiesta. A las nueve de la noche, Dave Mustaine al frente de Megadeth se subía una vez más al Main Stage del Resu, donde ya hemos tenido ocasión de verle otras veces. La verdad que aunque en los últimos años le habíamos visto flojear un poco, en esta edición pudimos presenciar un show en el que mantuvo una buena voz y fue de menos a más. Era necesaria una dosis de thrash metal y con Megadeth la tuvimos.
Foto: Resurrection Fest
Ya quedaba poquito para el final pero queríamos aprovecharlo al máximo. Por eso, nos acercamos hasta el Ritual para ver a Fear Factory sacar toda su artillería pesada y repartir cera por los cuatro costados. Estuvieron muy bien, un buen show con una actitud que no tiene nada que envidiar a ninguna otra banda y un setlist que dejó muy contentos a sus fans más acérrimos ya que tiraron sobre todo del “Demanufacture”, de nada más y nada menos que 1995 y que, tras casi treinta años, sigue sonando casi como el primer día. La canción homónima “Demanufacture” además de “New Breed”, la brutal “Replica” y “Zero Signal” fueron las elegidas y otra que nos hizo especial ilusión fue sin duda “Archetype” que nos encanta. Un concierto que gustó mucho, de lo mejor del sábado.
Foto: Resurrection Fest
Y llegaba la hora de los esperadísimos Avenged Sevenfold. El recinto estaba a rebosar y no cabía ni un solo alfiler. Nada más empezar, Viveiro estalló y la hora y media de concierto de la que disponían los californianos fue un no parar. A decir verdad el show estuvo bien pero con el hype que se había creado, no nos pareció que el espectáculo estuviese a la altura de lo que se preveía. Fue correcto pero tampoco para echar cohetes. Sufrieron algunos problemillas de sonido y quizás por esto el concierto quedó un poco empañado.
Foto: Resurrection Fest
Y con esto y un bizcocho, solo quedaba el Endshow ofrecido por el Resu, en resumidas cuentas: un espectáculo de despedida con fuegos artificiales que nos decía adiós hasta 2025. Nos dio un poco de pena, no nos vamos a engañar, pero pensamos que aún podíamos pasarnos por el concierto de Finntroll a las 1:15h para consolarnos un poco. Otro año espectacular en un Resurrection Fest que no para de crecer. El año que viene nos espera el veinte aniversario así que ojito, que Viveiro promete. ¡Estad atentos porque seguro que será una edición de lujo!
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