Este año, la aventura comenzó con la ilusión de volver a Budapest para uno de los festivales más esperados: ¡Sziget! El festival húngaro se celebró del 7 de agosto hasta el 12 de agosto. Este año decidimos alojarnos en un pequeño apartamento a pocos kilómetros de la isla de Óbuda, lo que nos dio la oportunidad de explorar un poco más la ciudad (gracias a Sziget CityPass by Budapest Card). Aunque no disfrutamos del campamento, escuchamos que la organización ha hecho mejoras significativas algo que muchos agradecen tras largas jornadas de sol y música.
Pero antes de entrar en detalles, comencemos por el principio. El Puente K, una vez más, se transformó en una vibrante pasarela que daba la bienvenida a miles de “Szitizens” de todas partes del mundo. Decorado con banderas y con una energía que se podía sentir a kilómetros, era imposible no detenerse a tomar una foto para capturar el momento (admitimos que nosotros también lo hicimos). Estábamos a un paso de encender nuestro mood festivalero. Por cierto, no te olvides de pasarte por nuestro Instagram para ver las Stories del festival y ver cómo lo vivimos ¡Sziget 2024 daba comienzo!
Tan pronto como cruzamos la entrada, recibimos los icónicos pasaportes del festival. ¡Estábamos a punto de convertirnos en auténticos Sziudadanos! Con la energía al máximo y con muchas ilusión, nos lanzamos a la misión de coleccionar todos los sellos. Para completarlo, tuvimos que explorar cada rincón de la isla, llenando los 14 espacios en blanco con las estampillas que obteníamos en cada parada. Esta idea es una manera excelente de motivar a todos a explorar toda la Isla de Óbuda. Teníamos como misión los próximos días recorrer los escenarios, zonas y rincones que Sziget tenía para ofrecer: el Cirque du Sziget, Global Village, Theatre-and-dance corner, GameLandHub, Travelling Unfair, dropYard, Think of Tomorrow, Magic Mirror, NGO island, XS Land…
Día 1: 7 Agosto
Nuestra aventura en la Isla de la Libertad comenzó recolectando algunos sellos y recorriendo la isla. Estuvimos haciendo varias actividades para conseguir rellenar los huecos del pasaporte que estaba vacío. Entre los juegos que hicimos se encontraba realizar un rompecabezas, realizar un recorrido con la silla de ruedas, dibujar con la cabeza o incluso tirar dardos con los ojos cerrados.
Nuestro primer concierto de Sziget fueron Gorg & Benzol en el escenario Petöfi. Este escenario está dedicado exclusivamente a bandas húngaras, siendo una gran oportunidad de descubrir a artistas locales. El trío que forma Gorg & Benzol mezcla techno, rock, funk y jazz buscando desafiar los límites de la realidad y deseando provocar una experiencia musical única. Canciones como Kisbolt o Phorne Funk nos hicieron viajar en su concierto.
Caminando por la isla nos encontramos con el escenario Ibis x all Presents The Buzz y con el concierto de Enesi M. La artista austriaca nos sorprendió con su poderosa fusión de heavy metal, hip hop, electrónica, reggaetón y funk. Además, su rango vocal le permitía una perfecta combinación de voces guturales, rap y melodías armoniosas. Tu Wifey o Brazilcore de su álbum DYSTOPIA o su último sencillo Sem Parar fueron las que más animaron y sorprendieron al público presente.
Nos pusimos rumbo al escenario donde más tiempo íbamos a pasar: el Revolut Stage para ver a Joost. La verdad que había ganas de ver al artista holandés y su show en el festival. Joost Klein ha ganado una gran cantidad de seguidores gracias a su estilo único y gracias a su energía sobre el escenario ha conseguido que su concierto fuese un gran espectáculo. El holandés decidió comenzar su show con canciones como Wachtmuziek, Luchtballon o Antwoord que fueron las encargadas de subir la temperatura en el escenario Revolut. La euforia llegó con la canción Europapa donde el público no dejó de bailar y cantar a pleno pulmón la canción eurovisiva. Su concierto terminó con una cover de The Winner Takes it All del grupo sueco ABBA que fue una grata sorpresa para todos los presentes que cantamos a pleno pulmón.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Mientras esperábamos para el concierto de L’impératrice en el Revolut Stage, aprovechamos para cenar. El festival ofrece una alta gama de productos para todos los públicos y paladares. Tras ello, comenzó el concierto del grupo francés, L’impératrice. La banda que mezcla música pop con nu-disco decidió comenzar su show con canciones como Cosmogonie, Amour ex Machina y Anomalie bleue. La energía del grupo se apoderó del escenario y crearon una atmósfera mágica que envolvió a todo el público. Canciones como Agitations tropicales y Voodoo? mantuvieron la energía en lo más alto, con momentos en los que la multitud coreaba al unísono. Además, debemos destacar los trajes galácticos que llevaba el grupo acorde a su último álbum Pulsar. El concierto terminó con La Piscine y Piano Track Killer transformando el Revolut Stage en una pista de baile bajo las estrellas de Budapest.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
No nos fuimos de Revolut Stage, ya que ahí mismo comenzaba el concierto de Marc Rebillet. La gente se iba reuniendo alrededor del escenario para ver la energía inigualable del artista estadounidense. El artista es conocido por su estilo improvisado y por su capacidad para mezclar comedia con música electrónica. Canciones como Your New Morning Alarm, Reach Out, The Way You Make Me Feel o Girl’s Club hicieron vibrar al público. Con el pecho descubierto (en ropa interior) y su teclado al frente, Rebillet interactuó con el público creando momentos únicos e inolvidables para los presentes. Sin duda alguna fue el cierre perfecto para una noche llena de energía, ritmo y música.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Día 2: 8 Agosto
Comenzamos el segundo día acercándonos a ver a Nova Twins en el escenario Revolut. El dúo londinense de rock supo cómo comenzar la tarde con energía y no tardaron en conquistar al público con su poderosa mezcla de riffs pesados y actitud energética. Comenzando su show con canciones como Fire & Ice, Cleopatra o Toolbox consiguieron que la multitud presente se sumergiera en su fusión única de rock, punk y electrónica. Sin poder terminar de ver el show del dúo inglés, pusimos rumbo al Main Stage porque en unos segundos comenzaba Joker Out.
Ya en el Main Stage conseguimos ver al grupo de pop rock esloveno. El público presente con la bandera de Eslovenia y con pancartas era sin duda el grupo más esperado para los presentes y el grupo no decepcionó. La banda subió al escenario con una energía arrolladora y conectó de inmediato con el público. Katrina, Bele saje, Plastika y Demoni fueron las encargadas de dar comienzo a su show creando una atmósfera vibrante que resonó en cada rincón del Main Stage. El espectáculo continuó con canciones reconocibles de la banda como Vse kar vem, Šta bih ja y Ona. Para el cierre, el grupo eligió Umazane misli y Carpe Diem, lo cual hizo que todo el público cantase al unísono al final de su concierto la canción que resonó en Eurovisión de 2023.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Tras el concierto de Joker Out, nos dirigimos a recolectar algunos sellos que todavía nos quedaban por completar para el pasaporte. Por el camino nos encontramos con distintos pasacalles entre los que destacamos los BirdMen, enormes pájaros controlados por hombres que dejaban sorprendidos e impresionados a todos aquellos que pasaban a su alrededor.
Foto: Sziget Festival
La energía que desbordaba la música de Siti & The Band nos hizo dirigirnos al Global Village. Sin duda alguna este escenario nos hizo descubrir muchas bandas que antes no habíamos conocido y la banda de Tanzania es una de ellas. La mezcla de ritmos de jazz, funk y reggae hizo que todos los presentes se sintieron atrapados por el ritmo contagioso de su música. La voz poderosa de Siti se fusionó perfectamente con el ritmo vibrante de la banda, creando una atmósfera de baile y buen rollismo. Los presentes no pudieron resistir la tentación de moverse al compás de canciones como Halindwa, Taksim Violin, Subira o Uchungu wa Mwana. La banda supo transportarnos a paisajes sonoros llenos de alegría y energía.
Bukahara fue la siguiente banda que descubrimos en el Global Village. Con su fusión de folk-rock, la banda alemana logró crear una atmósfera cálida y festiva que conectó instantáneamente con el público. Con los cuatro integrantes en primera fila, la energía de la banda se contagió a todos los presentes, ya que todos respondimos con entusiasmo a los ritmos y a sus pegajosas melodías. Las canciones Afraid No More, Happy, Same Kind of People, A Child’s Tale, Eyes Wide Shut fueron sin duda las protagonistas del show. Bukahara demostró por qué su mezcla de estilos y su autenticidad los convierten en una banda imprescindible en el escenario del festival.
No tardamos nada en ir a nuestro siguiente concierto; Grandson. El show del artista candiense-estadounidense en el Revolut Stage fue una descarga de energía pura y contundente. Grandson se apoderó del escenario con su característico estilo que mezcla rock alternativo, rap y electrónica, creando un ambiente cargado de intensidad. Esposado comenzó el concierto con temas como 6:00, Oh No!!! y Darkside y se metió al público en su bolsillo. El set fue una montaña rusa de emociones y el artista no dejó ni un solo momento de respiro continuando su show con canciones como Overdose, Bury Me Face Down y Stigmata. El concierto llegó a su fin por todo lo alto Despicable, We Did It!!! y Blood // Water. Un concierto lleno de energía que consiguió que el público se desatara y corease las letras con una pasión inigualable.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Pero no había descanso porque en unos minutos tocaba Aurora en el Revolut Stage. El concierto de la artista noruega fue un viaje etéreo y conmovedor. La presencia y la voz de Aurora cautivó al público con su presencia casi mística y su voz angelical. Desde los primeros acordes de Some Type of Skin, All Is Soft Inside y A Soul with No King se creó una atmósfera mágica. A manos de los visuales y con la voz cautivadora de la cantante, nos íbamos introduciendo más y más en su universo con canciones como Cure for Me, Exist for Love y When the Dark Dresses Lightly. La magia no disminuyó durante el concierto, ya que la artista noruega continuó brillando con su voz y presencia escénica con Runaway, Churchyard o The Seed. Las canciones The Blade, Starvation y Giving In to the Love fueron las encargadas de cerrar el espectáculo por todo lo alto. La actuación de Aurora además de ser un deleite musical, fue una experiencia única e inigualable dentro del festival.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
El siguiente concierto en el que estuvimos fue el de Meute en el Revolut Stage. La banda alemana de techno-marching band (conformada por instrumentos de percusión, de vientos de metal y de vientos de madera), conocida por combinar música electrónica con instrumentos de viento y percusión, ofreció un espectáculo vibrante y único. Desde el primer momento, su mezcla de beats electrónicos y sonidos orgánicos capturó la atención de todos, convirtiendo al público en una masa danzante. Loss of Hope fue la canción encargada de dar comienzo al concierto. Canciones como Rej, Acamar, Panda y Hey, Hey encendieron la atmósfera, mientras la banda, vestida con sus icónicas chaquetas rojas, mantenía la energía en lo más alto. Cada miembro de Meute se movía y tocaba con una precisión y entusiasmo contagiosos, y la interacción con la audiencia fue constante. El éxtasis llegó al final del concierto cuando tocaron You & Me la cover de Disclosure. Y creo que no ha existido mejor manera de cerrar la noche, ya que fue uno de los momentos más memorables y festivos del evento.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Día 3: 9 Agosto
El tercer día lo comenzamos tempranito, acudiendo a la rueda de prensa. Se nos informó que el festival que se llevó a cabo durante 6 días, presentó alrededor de 600 actuaciones de 54 países en 52 escenarios diferentes. Entre estos, se incluyeron 200 conciertos y espectáculos locales, además de una notable presencia de artistas del Reino Unido, Francia, Alemania y los Países Bajos. También participaron 29 artistas de los Estados Unidos, junto con talentos de Senegal, India, Tanzania, Nueva Zelanda y Benin.
Con un presupuesto de 1,6 millones de euros para todo lo que no incluyó los escenarios principales (Bolt PartyArena, Revolut Stage, Main Stage y Yettel Colosseum), el festival destinó 800.000 euros a la música y otros 800.000 euros a diferentes aspectos del evento. A pesar de los esfuerzos, el festival tuvo dificultades para lograr el sold out este año, y su objetivo es alcanzarlo con mayor anticipación en futuras ediciones. La edad media de los asistentes fue de 22 años, con un 50% de húngaros y un 50% de extranjeros. Los organizadores también han anunciado que realizarán cambios importantes para adaptarse a las nuevas tendencias y asegurar la relevancia del festival en los próximos años.
Tras terminar la rueda de prensa, aprovechamos para ir a por los sellos que nos quedaban de los pasaportes. Solo nos quedaban dos para terminar y una vez conseguidos, pudimos ir a hacernos la foto oficial del pasaporte y al fin, ¡éramos Sziudadanos oficiales! Además, también te daban un regalito por conseguir todos los sellos. Tenías para elegir un par de calcetines, un pañuelo, una bolsa de cuerda o una baraja de cartas.
Mientras paseábamos por la isla nos encontramos con Brincadeira, un grupo de percusión que fusiona la expresión corporal con la musicalidad, creando melodías a través del movimiento. Su actuación fue un estallido de ritmo y energía, donde cada golpe de tambor se sincronizaba perfectamente con coreografías dinámicas y potentes. El público no pudo evitar dejarse llevar por la intensidad de sus tambores y la vitalidad de su performance (aunque también salieron volando alguna que otra baqueta, cosa que nos impactó bastante ver).
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Durante nuestra caminata por el festival, nos topamos con la impresionante actuación de Julot Cousins: Hula Hoopla!!!. Sobre un poste tambaleante y rodeado de coloridos cuadrados, Julot se movía con una gracia única, haciendo girar hula hoops suspendidos a su alrededor. Con una mezcla perfecta de humor y habilidad, su espectáculo combinaba la magia del circo con la música, llegando a alturas vertiginosas de hasta 9 metros. Entre risas y asombro, Julot nos hizo redescubrir el vértigo con su destreza entre el cielo y la tierra, transformando el entorno en un escenario de fantasía.
Foto: Sziget Festival
Nos acercamos un poco al Main Stage para ver un poco la actuación de Stormzy. El rapero británico no tardó en adueñarse del escenario con su presencia imponente y su energía arrolladora. Con su mezcla característica de grime y rap, Stormzy encendió al público con éxitos como Big For Your Boots y The Weekend. Pero sin duda alguna, Clash y Vossi Bop fueron las canciones más esperada del público y cuando comenzaron a sonar, la multitud estalló en una ola de emoción. Stormzy logró que todo el Main Stage se moviera al ritmo de sus versos, con miles de personas coreando cada palabra y levantando las manos al compás.
Pasamos por el escenario ibis x All Presents The Buzz para ver un rato la actuación de la banda australiana, Future Static. El grupo de metalcore arrancó con una energía brutal, capturando de inmediato la atención del público. Las primeras canciones, como Chemical Lobotomy, Plated Gold e Icarus, establecieron el tono de lo que prometía ser un set lleno de intensidad y poder. Con una mezcla de riffs pesados y la poderosa voz de su vocalista, Future Static nos dejó una impresión fuerte desde los primeros minutos. Aunque no nos quedamos para todo el show, su enérgico arranque fue suficiente para sentir la fuerza de su música.
Volvimos al Main Stage para ver a uno de los cabezas de cartel de este día, Liam Gallagher. El concierto de Liam Gallagher en Sziget, parte de su tour Definitely Maybe 30th Anniversary Tour, fue un viaje nostálgico para los fans de Oasis. Gallagher interpretó varios clásicos de la banda británica, transportando al público a los días dorados del pop británico con canciones icónicas como Rock ‘n’ Roll Star, Digsy’s Dinner y Whatever. Sin embargo, la actuación fue algo inesperada, ya que terminó antes de lo planeado. A lo largo del show, Liam mantuvo una interacción mínima con el público, y para sorpresa de muchos, no incluyó Wonderwall la canción más mítica de la banda.
Foto: Sziget Festival
Y con tiempo de sobra, acudimos al Global Village a ver a Eskorzo. El concierto de la banda granadina fue una explosión de energía pura. Desde el primer acorde, no dio tregua, ofreciendo un espectáculo lleno de fuerza y ritmo que no paró en ningún momento. Con su fusión de ska, rock, reggae y ritmos latinos, Eskorzo mantuvo al público en constante movimiento, creando una atmósfera festiva e imparable. Canciones como Cumbia caníbal, Los besos que me dabas o Suave eran una invitación a bailar y disfrutar, y la conexión entre la banda y la audiencia fue total. Sin duda, su actuación fue una de las más vibrantes y llenas de vida del festival, dejando a todos con ganas de más.
Y como último concierto del día nos trasladamos al Revolut Stage para ver a Apashe with Brass Orchestra. Era un concierto del que teníamos ganas, ya que hace unos años pudimos ver a Apashe en Sziget en el PartyArena y nos dejó con ganas. El concierto del belga en fue una experiencia impresionante que combinó la potencia de la música electrónica con la fuerza de una orquesta de metales en vivo. Desde el momento en que subieron al escenario, la fusión de los beats contundentes de Apashe con los sonidos épicos de la Brass Orchestra creó una atmósfera única y electrizante. Cada tema, como Lacrimosa, Uebok Gotta Run, I’m Fine o Dies Irae , se amplificaban con la intensidad de los instrumentos de viento, llevando al público a un viaje sonoro lleno de poder y emoción. Magesty fue la canción elegida para terminar el show donde la energía en el escenario fue contagiosa. La combinación de electrónica y orquesta en vivo resultó en un espectáculo visual y auditivo inolvidable, convirtiendo el set de Apashe en uno de los momentos más destacados del festival.
Concluimos esta primera parte de nuestra crónica de Sziget con una mezcla de emociones, recuerdos vibrantes y momentos inolvidables que ya han dejado huella en esta edición del festival. Pero esto es solo el comienzo. Todavía queda mucho por compartir. En la segunda parte, seguiremos explorando la magia de Sziget y los espectáculos que aún nos esperan. ¡No te lo pierdas!
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