Después de una primera mitad repleta de grandes momentos inolvidables, entramos en la segunda parte de nuestra aventura en Sziget con las expectativas aún más altas. Con el festival en pleno apogeo, el ambiente sigue vibrando con la energía de miles de personas y la promesa de más música, arte y sorpresas por descubrir. Desde los grandes nombres en los escenarios principales hasta las joyas ocultas en rincones inesperados, te invitamos a seguir acompañándonos en este viaje por la isla de la libertad, donde cada día es una nueva aventura. ¡Vamos allá!
De lo que sí debemos hablar es de los precios de la comida y bebida. En el festival una cerveza de medio litro cuesta 1930 florines, el equivalente a 4,93€. Pero amigos y amigas, debemos conocer el truco. Dentro del festival hay un bar (el cual está todo el año, así que pertenece a la isla y juega con sus propias reglas) que la cerveza más barata cuesta 1300 HUF, el equivalente a 3,30€ o 1600 HUF, es decir, 4,06€.
DÍA 4: SÁBADO
Comenzamos el día visitando el escenario ibis x all Presents The Buzz, viendo el inicio de la actuación de The Anahit. La voz suave, pero poderosa de su vocalista resonó perfectamente en este espacio, ofreciendo una actuación cálida y cercana que conectó con los presentes. Aunque no pudimos quedarnos en todo el show, pudimos escuchar algunas canciones como d.a.u.g.h.t.e.r. de su nuevo lanzamiento o Szétcsúsztam. La banda, conocida por su mezcla de pop alternativo y electrónica, ofreció un show íntimo que atrajo a una audiencia que disfrutaba de los matices emocionales y sonoros de su música. Fue un buen inicio para el día, dejando la atmósfera del escenario Ibis cargada de energía tranquila y vibrante.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Después, nos dirigimos hacia el Main Stage para ver a Bebe Rexha. La cantante estadounidense no decepcionó, abriendo su show con Me, Myself & I, I’m a Mess y Bad Bitch que sin duda, fue un gran éxito que encendió inmediatamente a la multitud. Quitándose la peluca de color castaño que llevaba y con su presencia escénica magnética, Bebe Rexha continuó con un set lleno de sus éxitos más grandes. El show siguió con canciones como I’m the Drama, I Got You o Sacrifice y aunque hubo un pequeño error técnico en esta última canción, el show continuó el ritmo de la artista estadounidense. En Hey Mama vimos como una batalla de baile entre unos fans que subieron al escenario y contagiaron la energía pura que llevaban encima al resto de los presentes. La energía de Bebe Rexha era contagiosa, y la audiencia no paró de cantar y bailar durante el resto del concierto. El show finalizó con una explosión de pop puro y una voz potente con canciones como Call You Mine, In the Name of Love y I’m Good (Blue) que conquistó el Main Stage.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Nos trasladamos nuevamente al Revolut Stage para el concierto de Crows. La banda londinense que sustituía a Mannequin Pussy entregó un espectáculo cargado de intensidad y actitud. Comenzaron el concierto con Room 156 y Garden of England, demostrando que su concierto iba a ser la dosis de rock duro que se esperaba del día. El cantante de la banda bajó del escenario en varias ocasiones para cantar con el público, lo que generó una sensación de cercanía con la banda. La energía del público se mantuvo alta durante todo el set, especialmente con canciones como Healing o Bored, lo que desató un frenesí de cabezas moviéndose al ritmo de los potentes riffs. La banda logró mantener a la multitud cautivada hasta el final, cerrando el concierto con Chain of Being dejando una buena dosis de rock duradera en todos los presentes.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
La tarde continúo en el Main Stage con el concierto del ex-integrante de One Direction, Louis Tomlinson. Desde que comenzó con The Greatest, Kill My Mind y Bigger than Me, fue evidente que su show sería un viaje cargado de emociones para sus fans. Temas como Drag Me Down, Night Changes o Where Do Broken Hearts Go canciones de su antigua banda hicieron que la multitud presente estallara en gritos y aplausos. El concierto del británico finalizó con Silver Tongues que gracias a la presencia de las marionetas luminosas de DUNDU añadió un toque mágico final a su actuación.
Foto: Sziget Festival
Nuestro último concierto de la noche fue el de Martin Garrix en el Main Stage. La anticipación en el aire era palpable, ya que toda la explanada del escenario estaba repleta. Entre las canciones de inicio se encontraba The Only Way Is Up lo que desató una explosión de euforia entre la multitud. A medida que avanzaba la noche, el Main Stage se transformó en una pista de baile masiva, con todos los asistentes moviéndose al ritmo de sus pegajosas melodías. Canciones como Like I Do, Animals, Summer Days o éxitos rotundos como Scared to Be Lonely o In The Name of Love mantuvieron la energía en su punto máximo durante todo el set. Cada drop era acompañado por un estallido de luces, efectos visuales y fuegos artificiales que elevaban aún más la experiencia. La conexión entre Martin Garrix y el público era innegable; su habilidad para mezclar ritmos intensos con melodías pegajosas mantenía a la multitud completamente cautivada. Fue un cierre épico para una jornada llena de música y emociones, marcando uno de los momentos más memorables del festival.
Foto: Sziget Festival
DÍA 5: DOMINGO
El penúltimo día del festival comenzó con una experiencia visual y teatral única: Sarruga: Kremah. Directamente desde España, esta impresionante actuación nos sumergió en un mundo de fantasía medieval. Gigantescos dragones desfilaron por las calles de la isla, envueltos en humo, desafiando a la humanidad en una épica batalla. La atmósfera se llenó de asombro mientras las criaturas avanzaban. Fue una forma increíble de empezar la jornada, despertando la imaginación de todos con esta mezcla de teatro callejero y mitología.
Foto: Sziget Festival
Después de este inicio, nos dirigimos al Revolut Stage para ver a Editors. La banda británica, conocida por su estilo oscuro y melódico, entregó un set lleno de intensidad y emoción. Comenzando el show con canciones como Strawberry Lemonade, An End Has a Start y Sugar, la banda capturó de inmediato la atención del público. La atmósfera se volvió más energética a medida que continuaba el concierto. Bones, Eat Raw Meat = Blood Drool, Karma Climb, A Ton of Love, Heart Attack y Picturesque fueron las encargadas de llevarnos por un viaje lleno de momentos épicos. La combinación de guitarras afiladas y la voz profunda de Tom Smith resonaba en todo el escenario, creando una conexión intensa con el público. Cada canción era recibida con entusiasmo, y la banda no dejó de sorprender con su energía y entrega en el escenario. Para finalizar el show por todo lo alto, la banda decidió cerrar con Smokers Outside the Hospital Doors, Ocean of Night y Papillon.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Sin tiempo para descansar, nos trasladamos al Main Stage para disfrutar del concierto de Janelle Monáe. La multifacética artista estadounidense transformó el escenario en un espectáculo vibrante y colorido. Desde el primer acorde, Janelle mostró su impresionante presencia escénica, combinando su poderosa voz con coreografías electrizantes y con muchos cambios de vestuario. Canciones como Float y Champagne Shit fueron las elegidas para comenzar un show espectacular. En Paid in Pleasure invitaron a subir a cuatro fans del público para bailar sobre el escenario y su energía se contagió al resto. Sin duda alguna, canciones como I Like That, Make Me Feel o Tightrope fueron las mejores recibidas por la multitud. La capacidad de Janelle Monáe para mezclar géneros como el funk, el soul y el pop hizo que su show fuera uno de los más memorables del festival.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Apenas terminando el show de Janelle, regresamos al Revolut Stage para ver a Fontaines D.C. La banda irlandesa de post-punk no decepcionó, entregando un set lleno de crudeza y lirismo. Romance, Jackie Down the Line, Televised Mind y Roman Holiday nos introdujeron en el mundo melancólico de la banda, donde las letras se entrelazaban con guitarras crudas y contundentes. La intensidad fue en aumento con temas como Big Shot, Death Kink y A Hero’s Death, que resonaron profundamente entre los asistentes, transportándonos a la atmósfera densa y nostálgica que caracteriza a la banda. Big y Nabokov mantuvieron la energía en alto, mientras que How Cold Love Is y A Lucid Dream añadieron un toque casi hipnótico al set. Para cerrar con broche de oro, Fontaines D.C. nos llevó por un viaje explosivo con Sha Sha Sha, Boys in the Better Land, y la emotiva I Love You. La banda se despidió del público con Favourite y Starburster, dejando a todos los presentes con ganas de más, mientras las últimas notas se desvanecían en el aire.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
El siguiente en el Main Stage fue el concierto de Sam Smith. Con una producción espectacular, luces deslumbrantes y visuales impactantes, Sam Smith trajo una show de grandes éxitos y una gran actuación digna de recordar. El concierto comenzó con la conmovedora Stay With Me, que rápidamente capturó la atención de todos los presentes. La nostalgia continuó con I’m Not the Only One y la contagiosa Like I Can. A medida que avanzaba la noche, Sam Smith nos llevó por un recorrido de sus éxitos, con interpretaciones llenas de sentimiento y energía de Too Good at Goodbyes y Diamonds. El ritmo subió con How Do You Sleep? y con Dancing With a Stranger, donde el público no dejó de bailar y cantar. El momento más íntimo llegó con Lay Me Down, antes de que la energía volviera a elevarse con canciones más recientes como Gimme y Lose You. La recta final del concierto fue pura celebración, con los vibrantes ritmos de Promises, I’m Not Here to Make Friends, y Desire. El cierre del show fue verdaderamente espectacular, con Latch, seguido por Gloria y el gran éxito Unholy, que desató la euforia total entre los asistentes. Sam Smith se despidió del escenario dejando una sensación de plenitud y satisfacción, marcando uno de los momentos más memorables del festival.
Foto: Sziget Festival
El cierre para el quinto día del festival llegó con Crystal Fighters en el Revolut Stage. La banda británico-vasca, conocida por su fusión de música electrónica, indie y folk, entregó un show lleno de energía y alegría que mantuvo al público en movimiento hasta el final de la noche.
El concierto comenzó con I Love London, que inmediatamente puso a todos a bailar. Follow y LA Calling continuaron elevando la atmósfera, mientras la multitud se entregaba por completo a las melodías contagiosas de la banda. Canciones como We Got Hope y Yellow Sun aportaron un toque más melódico, antes de que la energía volviera con Boomin’ in Your Jeep. A medida que la noche avanzaba, Crystal Fighters nos llevaron en un viaje sonoro con temas como Love Is All I Got, Tranquilo y Numbers. El público coreaba y bailaba sin parar, especialmente durante los hits como Love Natural, Champion Sound y Manifest. El clímax llegó con You & I, un himno que unió a todos y continuaron con éxitos como Love Natural, At Home, Xtatic Truth, y la épica Multiverse. Con Plague como despedida, Crystal Fighters cerraron el día cinco del festival dejando a todos con el corazón lleno de música.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
DÍA 6: LUNES
El último día (y el más caluroso) del festival lo comenzamos en el escenario hecho de pales, Yettel Colosseum, viendo a VICTORIA. La bajista del grupo italiano Måneskin se puso a cargo de los platos de DJ y aunque comenzó tarde, logró captar la atención de los asistentes con una selección ecléctica de temas que iban desde el rock hasta la electrónica. Su carisma y energía en el escenario, que a pesar de no estar con su banda habitual, fueron innegables. Los beats que lanzó al público marcaron el ritmo perfecto para iniciar el último día de Sziget con la misma intensidad con la que lo habíamos comenzado días antes.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Pasamos por la zona de los bares para intentar luchar con el día tan caluroso y nos sentamos en el escenario ibis x All Presents The Buzz a la espera de JazzBois. Esta banda húngara, conocida por su mezcla única de jazz y hip-hop, ofreció un concierto que combinaba ritmos relajados con una vibra fresca y contemporánea. Desde el primer tema, se pudo sentir la fusión de improvisación jazzística con beats urbanos, creando un ambiente suave y envolvente. El trío logró cautivar al público con su estilo fluido, especialmente en temas como Comedown, To the Beat Y’All y Song of Hope, donde las líneas de bajo profundas y los riffs de teclado creaban un sonido distintivo que hizo que todos se balancearan al ritmo. Además, durante su actuación también añadieron a un saxofonista creando un concierto ideal para disfrutar de un momento más tranquilo antes de la recta final del festival.
Foto: Aingeru Carrera para The Festival Mood
Aprovechamos la tarde para visitar una de las calles principales de la isla para ver las diferentes Living Statues (estatuas vivientes). Este año, hemos podido ver a figuras históricas de la música o a seres mitológicos. En esta ocasión, se transformó en una serie de personajes, desde un cantante romántico hasta un DJ o Mozart. Las estatuas, que en momentos se mantenían en una quietud absoluta y en otros cobraban vida brevemente, crearon un ambiente mágico, que nos transportó a diferentes épocas y melodías de la historia de la música. Fue un momento perfecto para relajarse y disfrutar del arte en su forma más pura antes de ponernos de camino al Cirque Du Sziget.
Acudimos al Cirque Du Sziget para ver la actuación de Cirk La Putyka con su función Runners. Este espectáculo, que combina danza hipnótica, acrobacias impresionantes y música en vivo original, nos sumergió en una reflexión profunda sobre el tiempo en un mundo que constantemente nos empuja a la prisa. El escenario se transformó en un espacio diferente gracias a una gigantesca cinta de correr, que se convirtió en el corazón de la actuación. Sobre ella, cuatro bailarines y dos músicos interpretaron una coreografía poderosa que exploraba la vida en un entorno acelerado. La cinta de correr no solo simbolizaba el paso incesante del tiempo, sino que también representaba la lucha por mantener el ritmo en un mundo que nunca se detiene. A lo largo de la función, los artistas corrían a pleno pulmón, intensificando la sensación de urgencia y agotamiento que acompaña a nuestra vida diaria.
Foto: Sziget Festival
Tras la actuación en el Circo, nos trasladamos al escenario Revolut para ver un poco la actuación de Big Thief. El concierto comenzó de manera mágica, con la banda sumergiendo al público en su mundo sonoro desde los primeros acordes de Hand Through Table e Incomprehensible. La voz emotiva de Adrianne Lenker resonaba a través de la multitud, mientras la banda desplegaba su característico folk alternativo. A medida que avanzaba el set, temas como Dragon New Warm Mountain I Believe in You y Flower of Blood mostraron la diversidad del sonido de la banda, combinando melodías suaves con momentos de intensidad. El concierto siguió mientras nosotros nos trasladamos al Main Stage para poder ver el concierto de Fred Again…
Nuestro último concierto de La Isla de la Libertad era el último concierto del Main Stage, Fred Again… El productor británico arrancó con Kyle (I Found You) y Bleu (Better With Time), canciones que rápidamente conectaron con la audiencia, creando una atmósfera energética. Danielle (Smile on My Face) y adore u mantuvieron el ritmo, con su mezcla característica de beats electrónicos y samples emotivos. Sorprendiendo a todos, Fred Again.. se trasladó a un escenario que estaba en medio de la explanada durante el show, donde desató la energía con Jungle y su versión de Rumble de Skrillex, llevando al público a un frenesí de baile. El británico volvió al Main Stage con peace u need y Sabrina (I Am A Party) que continuaron con el show, luego continuó con Angie (I’ve Been Lost) / Clara (The Night Is Dark). El clímax del concierto llegó con Marea (We’ve Lost Dancing), un himno que resonó con fuerza entre los asistentes, seguido de Billie (Loving Arms) y Delilah (Pull Me Out of This). El concierto de Fred Again… fue una actuación inolvidable que dejó con una sensación de catarsis colectiva al cierre de su set.
Foto: Sziget Festival
El cierre del festival llegó con la electrizante actuación de SuperCho: The SuperShow, aunque con una formación reducida a dos artistas debido a que el tercero no se encontraba bien. Aun así, el dúo no dejó que eso afectara la energía del espectáculo. Desde el primer momento, se apoderaron del escenario con una mezcla explosiva de pirotecnia, coreografía y música. Durante la actuación nos ofrecieron una experiencia visual y auditiva única. Los efectos pirotécnicos fueron uno tras otro, cada vez más espectaculares, mientras que los dos artistas demostraban una sincronización perfecta en sus movimientos. A pesar de la ausencia del tercer miembro, su energía y carisma llenaron el escenario, asegurando que el público terminara la noche con una última explosión de emoción y asombro.
Foto: Sziget Festival
Con el último destello de pirotecnia y la energía del festival aún vibrando en nuestros cuerpos, llega el momento de despedirnos de Sziget. Estos seis días han sido una montaña rusa de emociones, con momentos inolvidables, desde los ritmos frenéticos de los escenarios principales hasta las joyas escondidas en cada rincón de la isla. Hemos bailado, cantado y descubierto artistas de todo el mundo, sumergiéndonos en una experiencia única que solo un festival como este puede ofrecer. Sziget nos deja con el corazón lleno de música y la promesa de que volveremos el próximo año, listos para otra aventura inolvidable. ¡Hasta el próximo año, Sziget!
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